En una discusión puedes acallar a tu oponente mediante la ventaja de tener más fuerza, más riqueza o más cultura. Pero aún así no conseguirás convencerle de verdad. Aunque ya no te responda, en su corazón mantendrá su opinión. La única forma de cambiar esta opinión es hablarle calmada y razonadamente. Cuando entienda que no tratas de derrotarle sino de encontrar la verdad, te escuchará y quizás acepte tus palabras.
Jigoro Kano, inventor del Judo.

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